Der Kuba-Affe (Paralouatta varonai) ist eine ausgestorbene Primatenart, die auf der Insel Kuba vorkam und zumindest bis 3000 vor Christus lebte.
Seit 1987 wurden mehrere subfossile Überreste gefunden, darunter ein nahezu vollständiger Schädel und auch mehrere Teile des Körperskeletts. Die Funde deuten an, dass die Art ein Gewicht von zehn bis zwölf Kilogramm erreichte und möglicherweise zumindest zeitweise am Boden lebte.[1]
Die Art erhielt ihren Gattungsnamen aufgrund oberflächlicher Ähnlichkeiten mit den Brüllaffen (Alouatta), für deren nahen Verwandten man sie zunächst hielt. Details des Zahn- und Kieferbaus schließen aber eine engere Verwandtschaft mit ihnen aus, heute ordnet man sie den Antillenaffen (Xenotrichini) zu, einer ausgestorbenen Primatengruppe der Großen Antillen. Als ihr nächster Verwandter gilt der Hispaniola-Affe (Antillothrix bernensis).
Der genaue Zeitpunkt und die Ursachen des Aussterbens der Kuba-Affen sind unklar, sie dürfte aber in Zusammenhang mit der Besiedlung Kubas durch die Indianer stehen. Die jüngsten bekannte Funde werden auf ein Alter von rund 5000 Jahren datiert.
Der Kuba-Affe (Paralouatta varonai) ist eine ausgestorbene Primatenart, die auf der Insel Kuba vorkam und zumindest bis 3000 vor Christus lebte.
Seit 1987 wurden mehrere subfossile Überreste gefunden, darunter ein nahezu vollständiger Schädel und auch mehrere Teile des Körperskeletts. Die Funde deuten an, dass die Art ein Gewicht von zehn bis zwölf Kilogramm erreichte und möglicherweise zumindest zeitweise am Boden lebte.
Die Art erhielt ihren Gattungsnamen aufgrund oberflächlicher Ähnlichkeiten mit den Brüllaffen (Alouatta), für deren nahen Verwandten man sie zunächst hielt. Details des Zahn- und Kieferbaus schließen aber eine engere Verwandtschaft mit ihnen aus, heute ordnet man sie den Antillenaffen (Xenotrichini) zu, einer ausgestorbenen Primatengruppe der Großen Antillen. Als ihr nächster Verwandter gilt der Hispaniola-Affe (Antillothrix bernensis).
Der genaue Zeitpunkt und die Ursachen des Aussterbens der Kuba-Affen sind unklar, sie dürfte aber in Zusammenhang mit der Besiedlung Kubas durch die Indianer stehen. Die jüngsten bekannte Funde werden auf ein Alter von rund 5000 Jahren datiert.
Paralouatta is a platyrrhine genus that currently contains two extinct species of small primates that lived on the island of Cuba.
Paralouatta varonai was described from a nearly complete cranium from the late Quaternary in 1991. This cranium and a number of isolated teeth and postcranial bones were found in the Cueva del Mono, a cave site in Pinar del Río Province. The initial description of the cranium included a proposal that Paralouatta varonai was a close Caribbean relative of the extant Alouatta (howler monkeys) of Central and South America,[1] but this taxonomic placement was called into question with the analysis of the dental remains.[2] Based on shared similarities with the three other Caribbean monkeys, Xenothrix mcgregori, Insulacebus toussaintiana, and Antillothrix bernensis, MacPhee and Horovitz have proposed that the Caribbean primates are part of a monophyletic radiation which entered the Caribbean at the Oligocene–Miocene boundary. Further research confirms this assessment and places these three species in the tribe Xenotrichini.[3] However, more recent research restores its close relationship with Alouatta.[4] The postcranial morphology of Paralouatta suggests that it was partly terrestrial,[5] and a likely example of island gigantism.[6]
A second species of Paralouatta (P. marianae) has also been described from the Burdigalian (~18 million years old) Lagunitas Formation and is the largest Neotropic primate known of that epoch.[6]
Paralouatta had an estimated body mass of 8.4 kg (19 lb).[4] Analysis of postcranial morphology suggests that Paralouatta was at least somewhat semi-terrestrial, making it the most terrestrial platyrrhine genus known.[7]
Paralouatta is a platyrrhine genus that currently contains two extinct species of small primates that lived on the island of Cuba.
Paralouatta varonai, (Rivero y Arredondo, 1991) es una especie extinta de primate platirrino, perteneciente a la familia de los Pitheciidae, que vivió en Cuba. Hasta el año 2003, cuando se descubrió una nueva especie más antigua (Paralouatta marianae), fue la única especie en el género Paralouatta.[1]
Sus restos son fundamentalmente fragmentos o partes considerables del cráneo. Varios de ellos se encuentran en colecciones junto a sus réplicas en el Museo Nacional de Historia Natural de Cuba. El nombre del género se debe a la similitud en la conformación del cráneo de estos animales con los cráneos de los monos aulladores del género Alouatta: esta característica llevó a los estudiosos a sugerir un parentesco estrecho entre los dos géneros; sin embargo, esa relación fue desmentida más tarde con el análisis detallado de la dentadura. Este último mostró similitudes con los monos de la tribu Xenotrichini, que evolucionaron a partir de la subfamilia de Callicebinae a caballo entre el Oligoceno y el Mioceno, e incluye otros dos tipos de monos que habitaron en el Caribe.
En vida, estos animales tenían peso y dimensiones similares a las de los monos del género Alouatta, con respecto al cual, sin embargo, tenía cola más larga en proporción con el cuerpo: la cola probablemente era parcialmente prensil, y quizás retorcida, como sucede con los actuales monos titís.
Aunque pertenece a una familia de monos arbóreos como los es Pitheciidae, la conformación de los huesos de la pelvis de estos animales es similar a la de algunos monos semiarborícolas (por ejemplo, los del género Presbytis) lo que sugiere que pasaban cierto tiempo en el suelo.[2] Análisis adicionales del post-cráneo de Paralouatta han confirmado que este género era probablemente semi-terrestre.[3]
No es clara la causa de la extinción de estos animales. Los fósiles encontrados hasta ahora no indican que la presencia del hombre en la isla afectara en gran medida a su población, sobre todo porque esta especie se extinguió mucho antes de la llegada de los europeos a Cuba.[2] Sin embargo, la isla estuvo antes poblada por los aborígenes taínos y ciboneyes, cuya llegada provocó la extinción de otras especies de mamíferos mayores, como el perezoso cubano gigante Megalocnus rodens, por lo que no podría descartarse que esos primeros humanos hubieran causado su desaparición.[4].
Paralouatta varonai, (Rivero y Arredondo, 1991) es una especie extinta de primate platirrino, perteneciente a la familia de los Pitheciidae, que vivió en Cuba. Hasta el año 2003, cuando se descubrió una nueva especie más antigua (Paralouatta marianae), fue la única especie en el género Paralouatta.
Sus restos son fundamentalmente fragmentos o partes considerables del cráneo. Varios de ellos se encuentran en colecciones junto a sus réplicas en el Museo Nacional de Historia Natural de Cuba. El nombre del género se debe a la similitud en la conformación del cráneo de estos animales con los cráneos de los monos aulladores del género Alouatta: esta característica llevó a los estudiosos a sugerir un parentesco estrecho entre los dos géneros; sin embargo, esa relación fue desmentida más tarde con el análisis detallado de la dentadura. Este último mostró similitudes con los monos de la tribu Xenotrichini, que evolucionaron a partir de la subfamilia de Callicebinae a caballo entre el Oligoceno y el Mioceno, e incluye otros dos tipos de monos que habitaron en el Caribe.
En vida, estos animales tenían peso y dimensiones similares a las de los monos del género Alouatta, con respecto al cual, sin embargo, tenía cola más larga en proporción con el cuerpo: la cola probablemente era parcialmente prensil, y quizás retorcida, como sucede con los actuales monos titís.
Aunque pertenece a una familia de monos arbóreos como los es Pitheciidae, la conformación de los huesos de la pelvis de estos animales es similar a la de algunos monos semiarborícolas (por ejemplo, los del género Presbytis) lo que sugiere que pasaban cierto tiempo en el suelo. Análisis adicionales del post-cráneo de Paralouatta han confirmado que este género era probablemente semi-terrestre.
No es clara la causa de la extinción de estos animales. Los fósiles encontrados hasta ahora no indican que la presencia del hombre en la isla afectara en gran medida a su población, sobre todo porque esta especie se extinguió mucho antes de la llegada de los europeos a Cuba. Sin embargo, la isla estuvo antes poblada por los aborígenes taínos y ciboneyes, cuya llegada provocó la extinción de otras especies de mamíferos mayores, como el perezoso cubano gigante Megalocnus rodens, por lo que no podría descartarse que esos primeros humanos hubieran causado su desaparición..
Paralouatta varonai (Rivero & Arredondo, 1991) è una specie estinta di primate platirrino, della famiglia dei Pitecidi.
Fino al 2003, quando venne scoperta una nuova specie ascrivibile al genere (Paralouatta marianae), era l'unica specie compresa nel genere Paralouatta.
Il nome del genere, è dovuto alla somiglianza della conformazione del cranio di questi animali con i crani delle scimmie urlatrici del genere Alouatta: tale caratteristica portò gli studiosi a pensare ad una parentela fra i due generi, parentela che tuttavia è stata in seguito smentita con un'analisi accurata della chiostra dentaria. Quest'ultima ha messo in evidenza similitudini con le scimmie caraibiche della tribù Xenotrichini, evolutasi a partire dalla sottofamiglia dei Callicebinae a cavallo fra l'Oligocene ed il Miocene e comprendente altri due generi di scimmie vissute nei Caraibi.
In vita, questi animali avevano dimensioni e peso simili a quelle delle scimmie urlatrici del genere Alouatta, rispetto alle quali tuttavia presentavano coda più lunga in proporzione al corpo: tale coda era con tutta probabilità semiprensile, e forse veniva intrecciata, così come succede agli odierni titi.
Seppure appartenenti ad una famiglia di scimmie strettamente arboricole come i Pitecidi, la conformazione delle ossa pelviche di questi animali simile a quella di alcune scimmie semiarboricole (ad esempio le scimmie del genere Presbytis) lascia presupporre che passassero del tempo al suolo.
Non è ancora chiaro il perché dell'estinzione di questi animali: i fossili finora trovati, infatti, non lasciano supporre che la presenza dell'uomo sull'isola influisse significativamente sulla loro popolazione, tanto più che queste scimmie si estinsero molto prima dell'arrivo degli europei a Cuba.
Paralouatta varonai (Rivero & Arredondo, 1991) è una specie estinta di primate platirrino, della famiglia dei Pitecidi.
Fino al 2003, quando venne scoperta una nuova specie ascrivibile al genere (Paralouatta marianae), era l'unica specie compresa nel genere Paralouatta.
Il nome del genere, è dovuto alla somiglianza della conformazione del cranio di questi animali con i crani delle scimmie urlatrici del genere Alouatta: tale caratteristica portò gli studiosi a pensare ad una parentela fra i due generi, parentela che tuttavia è stata in seguito smentita con un'analisi accurata della chiostra dentaria. Quest'ultima ha messo in evidenza similitudini con le scimmie caraibiche della tribù Xenotrichini, evolutasi a partire dalla sottofamiglia dei Callicebinae a cavallo fra l'Oligocene ed il Miocene e comprendente altri due generi di scimmie vissute nei Caraibi.
In vita, questi animali avevano dimensioni e peso simili a quelle delle scimmie urlatrici del genere Alouatta, rispetto alle quali tuttavia presentavano coda più lunga in proporzione al corpo: tale coda era con tutta probabilità semiprensile, e forse veniva intrecciata, così come succede agli odierni titi.
Seppure appartenenti ad una famiglia di scimmie strettamente arboricole come i Pitecidi, la conformazione delle ossa pelviche di questi animali simile a quella di alcune scimmie semiarboricole (ad esempio le scimmie del genere Presbytis) lascia presupporre che passassero del tempo al suolo.
Non è ancora chiaro il perché dell'estinzione di questi animali: i fossili finora trovati, infatti, non lasciano supporre che la presenza dell'uomo sull'isola influisse significativamente sulla loro popolazione, tanto più che queste scimmie si estinsero molto prima dell'arrivo degli europei a Cuba.
Paralouatta é um gênero extinto de macacos encontrados na ilha de Cuba. Duas espécies são conhecidas: Paralouatta varonai descrita com base num crânio quase completo do final do Quaternário descoberto em 1991;[1] e P. marianae descrito de depósitos do Mioceno Inferior.[2]
Paralouatta é um gênero extinto de macacos encontrados na ilha de Cuba. Duas espécies são conhecidas: Paralouatta varonai descrita com base num crânio quase completo do final do Quaternário descoberto em 1991; e P. marianae descrito de depósitos do Mioceno Inferior.