Polylepis australis (lat. Polylepis australis) - gülçiçəyikimilər fəsiləsinin polylepis cinsinə aid bitki növü.
Polylepis australis (lat. Polylepis australis) - gülçiçəyikimilər fəsiləsinin polylepis cinsinə aid bitki növü.
Kintu qiwuña (Polylepis australis syn. Polylepis racemosa) nisqaqa huk laya qiwuñam, kimsamanta pusaq mitrukama hatun sach'am, Chawpi Antikunapi Arhintinapipas wiñaq. Mama quchap hawanmanta 1200 mitrumanta 3500 mitrukamam wiñan.
Kintu qiwuña (Polylepis australis syn. Polylepis racemosa) nisqaqa huk laya qiwuñam, kimsamanta pusaq mitrukama hatun sach'am, Chawpi Antikunapi Arhintinapipas wiñaq. Mama quchap hawanmanta 1200 mitrumanta 3500 mitrukamam wiñan.
Polylepis australis, also known locally as tabaquillo or queñoa is a tree endemic of central Argentina, member of the family Rosaceae. The genus Polylepis originated in the eastern Andean forests of eastern South America.
The plant has small, pinnate leaves, 7–10 cm long, normally composed of five or seven leaflets. In harsh winters, Polylepis australis survives by producing rolls of loose, papery like exfoliating brownish bark; the rough outer covering of the woody stem of tree.[1]
Polylepis australis is native to the Sierras Pampeanas, a series of north–south-running ranges on the eastern side of the Andes in north-central Argentina, in the provinces of Catamarca, Córdoba, Jujuy, Salta, and Tucumán. It occurs from 1200 to 2900 meters elevation, most commonly in high-elevation forests and woodlands.[2]
The southernmost stands of Polylepis australis are located in the high Córdoba Mountains of central Argentina (1,200–2,884 m above sea level).[1]
South American Polylepis mountain forests are recognised as being one of the most endangered forest ecosystems in the world. During a reforestation project, D. Renison (University of Córdoba, Argentina) found that the germination of Polylepis australis stands decreases significantly with decreasing tree coverage.[3] The first results of additional studies carried out in collaboration with Isabell Hensen (University of Halle, Germany) indicate that a clear negative correlation exists between the viability of seeds of Polylepis australis and the degree of human influence on the woodland stands. Seeds of Polylepis australis exhibited a great variation in terms of mass and percent seed germination among individual trees and among geographical regions.[4]
Polylepis australis, also known locally as tabaquillo or queñoa is a tree endemic of central Argentina, member of the family Rosaceae. The genus Polylepis originated in the eastern Andean forests of eastern South America.
Polylepis australis, tabaquillo, queñoa, queuñoa es una especie de árbol de pequeña alzada, de la familia de las rosáceas. Es endémico de la Argentina. Crece a alturas entre 1.200 y 3.500 msnm.[2]
Árbolito o arbusto, de 3-8 m de altura, copa tortuosa, redondeada; hojas pinnadas, compuestas, perennes, verdosas oscuras, lustrosas en el haz, pálidas en el envés; eje principal de 3-8 cm de largo, y 3-7 folíolos de 15-35 × 7-15 mm, bordes aserrados, en fascículos sobre braquiblastos. Las ramas en dos tipos: afoliadas, largas, marrón rojizas (macroblastos) y, de éstas, braquiblastos escamosos con hojas.
La corteza o ritidoma, castaña anaranjada, posee un rasgo distintivo específico, se abre en múltiples láminas finas, adheridas al tronco, dando aspecto de hojaldre.
La inflorescencia posee flores perfectas, incompletas, verdosas, pequeñitas, de 8-11 mm de ancho; cáliz 3-4 sépalos, de 6-8 estambres violáceos, ovario rodeado por el receptáculo, este último con tres alas; en pequeños racimos pendulares. Tiene fruto seco, rodeado por el receptáculo castaño, coriáceo, de 8-12 mm de largo, trialado[3]
Sus semillas exhiben una gran variación de masa y de germinación entre especímenes y entre regiones geográficas.[4]
El tabaquillo es una especie prácticamente exclusiva de los bosquecillos de altura de las serranías del centro y noroeste argentino, entre los 1.200 y 3.500 msnm, donde crece en quebradas húmedas a resguardo del sol directo y de los vientos. Aparentemente, la formación más austral de esta especie, se encuentra próxima a la localidad de Alpa Corral, en el cerro Montoso, muy cerca del límite con San Luis (Demaio, 2002).
El bosque montano de tabaquillo regula escorrentía, controla erosión hídrica, aumenta el aporte hídrico por condensación de niebla en sus hojas; provee de combustible y madera para los montañeses. Pero en su rango de distribución está en disminución debido al fuego, al sobrepastoreo y a la tala, por lo que su protección y regeneración son imprescindibles.
La distribución en 2007 de P. australis se debe en parte a los fuegos intencionales. Para protegerlo se deberían minimizar los fuegos, o si es necesario desarrollar actividades con alto riesgo de incendio solamente en sitios con alta proporción de rocas y, si es posible, proteger los ejemplares expuestos al fuego con piedras.[5]
La especie es parcialmente resistente al fuego, y su capacidad de rebrotar la fija como especie resiliente. La resistencia de la especie posiblemente se dé por su poca combustibilidad y por su corteza en forma de finas láminas; la corteza aísla al tronco de las temperaturas ambientales extremas y es probable que cumpla una función similar ante el fuego. Su resiliencia se daría por su compensación de biomasa aérea perdida a través del rebrote desde sus ramas gruesas y la base de los troncos menos afectados por el rozado. Ese rebrote sugiere que el fuego contribuye a la arbustización del ejemplar quemado.[6]
Polylepis australis fue descrita por Friedrich August Georg Bitter y publicado en Botanische Jahrbücher für Systematik, Pflanzengeschichte und Pflanzengeographie 45: 619, en el año 1911.[7]
Polylepis australis, tabaquillo, queñoa, queuñoa es una especie de árbol de pequeña alzada, de la familia de las rosáceas. Es endémico de la Argentina. Crece a alturas entre 1.200 y 3.500 msnm.
Polylepis australis là loài thực vật có hoa trong họ Hoa hồng. Loài này được Bitter miêu tả khoa học đầu tiên năm 1911.[1]
Polylepis australis là loài thực vật có hoa trong họ Hoa hồng. Loài này được Bitter miêu tả khoa học đầu tiên năm 1911.