El cangrejo peludo (Romaleon setosum) o jaiva peluda[1] es crustáceo que habita la costa sudamericana del Pacífico.
Se distribuye a lo largo de la costa del océano Pacífico sur, desde Guayaquil (Ecuador) hasta Taitao (Chile). Habita como epifauna en fondos duros con refugios de rocas, conchas o macroalgas, aunque también se puede encontrar en fondos arenosos o de grava. Vive generalmente a una profundidad de 4 a 8 metros, aunque puede llegar hasta los 45m.[2]
Es de color marrón rojizo a morado, con un vientre crema con manchas púrpuras. El caparazón y los pereópodos son muy peludos. Se reconoce por sus nueve o diez dientes marginales frontales, triangulares y espinosos; y por las tres espinas marginales del carpo de los quelípodos. También destacan las cinco líneas oscuras sobre sus pinzas. Los individuos juveniles presentan manchas amarillas pálidas.
La dieta del cangrejo peludo es variable, depende de su tamaño y de la disponibilidad de presas. Generalmente se alimenta de ortos crustáceos y moluscos, aunque también muestra comportamiento caníbal y consume ocasionalmente carroña.[3]
Los cangrejos alcanzan la madurez sexual al tener 10 cm de ancho de cefalotórax aproximadamente. El desove se lleva a cabo en verano e invierno. Como estrategia reproductiva, las hembras que viven en aguas salinas retoman al agua de baja salinidad (salobres) para permitir la incubación de los huevos.
Es un elemento importante de la pesca artesanal, se lo obtiene mediante buceo y trampas cangrejeras.[4] Es apreciado en la gastronomía.
El cangrejo peludo (Romaleon setosum) o jaiva peluda es crustáceo que habita la costa sudamericana del Pacífico.