El olmo mexicano (Ulmus mexicana), es un árbol grande endémico de México y América Central, perteneciente a la familia Ulmaceae. Se le encuentra mayormente en bosques nublados tropicales (800–2200 m) con niveles de precipitación de 2000–4000 mm anuales, desde San Luis Potosí y Chiapas en México hasta Guatemala y Panamá.[1] La regeneración natural es pobre.[2] Esta especie fue descrita como nueva para la ciencia en 1873.[3]
Ulmus mexicana es probablemente la más alta de todas las especies de olmo, ocasionalmente alcanzando una altura de 84 m (273 pies) y un d.a.p. de 2.5 m (8 pies), siendo uno de los árboles más altos en México. El árbol se destaca también por su tronco profundamente acanalado y una copa frondosa con follaje denso. Las hojas varían ampliamente en medida de 3–16 cm de longitud por 2–7 cm ancho, elípticas a obovadas, de haz lustroso, pero envés opaco, con peciolos 5–10 mm de largo. Las flores se disponen en panículas de hasta 7 cm de longitud, no tienen pétalos y se presentan entre diciembre y febrero. Las pequeñas sámaras, de 9.0 × 2.3 mm, maduran en marzo y están cubiertas con pelos largos y rectos.[4]
A pesar de que mucho de su hábitat natural está amenazado por la deforestación, el árbol no es muy popular en el comercio de maderas a causa de su fuste profundamente acanalado, por lo que no es considerado una especie amenazada.[cita requerida] Su madera es dura y pesada (Gs 0.55), pero difícil de secar y puede curvarse mucho. Además, su alto contenido de sílice (0.35) daña las herramientas. La madera es utilizada para herramientas, muebles y pisos, mientras que el follaje es generalmente utilizado como forraje para ganado. El árbol es ocasionalmente plantado para sombra u ornamentación.[1]
El olmo mexicano (Ulmus mexicana), es un árbol grande endémico de México y América Central, perteneciente a la familia Ulmaceae. Se le encuentra mayormente en bosques nublados tropicales (800–2200 m) con niveles de precipitación de 2000–4000 mm anuales, desde San Luis Potosí y Chiapas en México hasta Guatemala y Panamá. La regeneración natural es pobre. Esta especie fue descrita como nueva para la ciencia en 1873.