Common Caiman

Factores de riesgo

Los factores de riesgo son similares al de otras especies de México y están dados en forma directa por una eventual captura y explotación abiertas. Se sabe de la existencia de captura clandestina y comercio ilegal de pieles. Otro factor es la destrucción y fragmentación del hábitat por actividades humanas y la creciente contaminación. El ataque a humanos es un factor que conlleva a la eliminación de individuos de la especie y eventualmente de poblaciones en algunos lugares.

Situación actual del hábitat con respecto a las necesidades de la especie

Esta especie de caimán al igual que en otros cocodrilos de México, diferentes factores afectan su hábitat, aunque los principales son la fragmentación del mismo y la contaminación ambiental.
La fragmentación se debe a causas como la destrucción del hábitat, la agricultura y la ganadería, el desarrollo turístico y la explotación de campos petroleros.
Hay una transformación de pantanos y manglares, ya sea para campos agrícolas, zonas turísticas, que además de invadir el hábitat natural de la especie, invaden áreas de reproducción y anidación, así como los desmontes y rellenos que cambian por completo el hábitat de la especie.
En el caso de la contaminación, sabemos que muchos de los contaminantes acuáticos, las aguas residuales urbanas e industriales, fertilizantes y pesticidas agrícolas, son vertidos a los ríos, que son hábitat de esta especie y llegando finalmente a las planicies costeras y al mar y parte de ellos estableciéndose en los humedales de la costa.

Antecedentes del estado de la especie o de las poblaciones principales

Aún con la problemática de hábitat y su fragmentación y no obstante que existen registros de explotación de buena parte del siglo pasado, al presente persisten poblaciones en la región en que se distribuye la especie en el país.
Posiblemente se dieron varias circunstancias para que se conservaran e incrementaran muchas poblaciones en el país, posiblemente por la explotación de pieles de otros reptiles como la tortuga marina, el gran crecimiento de la industria turística y la apertura de otras fuentes de empleo para las poblaciones humanas que se encuentran alrededor de los lugares en que habitan estos animales y a partir de 1970 hubo una veda total y entraron en vigor diferentes normas legales que protegen a las especies.
Esta es la especie menos estudiada y conocida en el país, se sabe de una población en la reserva de la Encrucijada en Chiapas y posiblemente existen algunas otras más.

Estos organismos no alcanzan los 2.5 m de longitud total, aunque se sabe de organismos aislados que llegan a los 3 m. Presenta un hocico ancho y redondeado además de un eje óseo característico entre los ojos que recuerda el armazón de anteojos, la longitud de la cabeza es de 1.5 a 2 veces su ancho, 5 dientes premaxilares, 14 a 16 maxilares, 18 a 20 mandibulares, el número total de dientes es igual a 74-80. La parte superior y la inferior del cuerpo están cubiertos con una armadura de escudos dérmicos. La cola robusta esta comprimida lateralmente y los dedos de las patas están unidos por membranas y tiene garras afiladas. Son de color café suave o amarillento bronceado a olivo gris, con series de barras obscuras que pueden ser distinguibles o no en cuerpo y cola.

Histórica

MEXICO / CHIAPAS

Distribución histórica estimada:
Se tienen registros en los Estados de Chiapas, depositados en Colecciones y en bibliografía para el Istmo de Tehuantepec en Oaxaca.

Distribución actual, con poblaciones aún presentes:
La distribución actual sigue manteniéndose en los mismos estados y en la misma área reconocida originalmente y aunque no existen estudios actuales de la distribución. Se ha comentado que Sigler realizo una evaluación de las poblaciones de caimanes en la Reserva de la Biosfera la Encrucijada en el estado de Chiapas, lo cual no esta reportado.

MEXICO / OAXACA

NOM-059-SEMARNAT-2001

Pr sujeta a protección especial

NOM-059-SEMARNAT-2010

Pr sujeta a protección especial

Los ejemplares más pequeños se alimentan sobretodo de insectos (principalmente coleópteros) y pequeños cangrejos, los juveniles ingieren, caracoles, cangrejos, camarones, y algunos pequeños vertebrados, en los adultos incluyen peces sin descuidar los invertebrados y algunos vertebrados terrestres, cabe señalar que para esta especie se ha reportado canibalismo (Staton y Dixon, 1975).

Arroyos, pantanos, ríos fangosos, lagunetas, esteros, canales y estanques, en general son abundantes en lugares donde hay mucha vegetación. En ríos grandes vive en los remansos, lejos de los rápidos o raudales (Álvarez del Toro, 1974).

Macroclima

Esta especie es también tropical, encontrándose en la costa de Chiapas y en el Istmo en Oaxaca en climas cálido húmedos con lluvias de verano, con temperatura media anual por arriba de los 22° C y precipitación promedio alrededor de los 1600 mm. (García, 1988).

Relevancia de la especie

En términos generales y como las otras especies de cocodrilos del país, ésta es relevante por su importancia a nivel económico, ecológico y cultural. Esta especie como la de otros crocodílidos, han soportado una intensa explotación por más de un siglo. El producto más cotizado es la piel, aunque en la actualidad se realiza la explotación de la carne y otros órganos y partes.
Ecológicamente algunos han considerado a los cocodrilos y caimanes como especies paraguas, ya que se encuentra en la parte más alta de la cadena de alimentación, siendo un depredador selectivo de presas a lo largo de su vida, lo que le permite el control de otras poblaciones de animales en su entorno y el reciclado de nutrientes importantes en el ambiente. Con sus hábitos cavadores y sus movimientos habituales, forman canales y reservorios de agua en la época de sequía que sirven de refugio a aves acuáticas y otros animales asociados al agua.
Culturalmente los cocodrilos y caimanes tuvieron un fuerte impacto en las culturas Precolombinas, mismas que han quedado representadas en códices y en edificaciones de los antiguos mexicanos.

La temporada de cortejo y apareamiento para esta especie ocurre entre los meses de marzo a agosto y la anidación entre agosto y octubre. El caimán construye nidos en forma de montículo con barro u hojas. Los nidos presentan un diámetro medio de 110 cm y una altura entre 40 y 50 cm. El tamaño de la nidada varia entre 15 y 40 huevos, según el tamaño y edad de la hembra. El período de incubación esta entre los 75 y 80 días. La mayoría de los nidos se encuentran entre grupos de árboles y arbustos, pero se han observado unos en zonas de campo abierto y sobre formas flotantes de vegetación acuática. La hembra se encarga de proteger el nido durante el período de incubación, abandonándolo solo cuando requiere alimentarse. Los caimancitos miden al nacer de 200 a 225 mm.