La escolopendra (Scolopendra cingulata) es una especie de miriápodo quilópodo de la familia Scolopendridae.[1]
Es el miriápodo de mayor tamaño de Europa,[2] llegando a alcanzar una longitud de 17 cm.[3] Su coloración es muy variable, desde un marrón verdoso hasta marrón amarillento, más claro en los ejemplares jóvenes, con bandas transversales más oscuras. La cabeza, antenas, último par de patas y último segmento del tronco de color anaranjado.[4] Presenta 21 pares de patas, de los que destaca el último par, debido a su robustez y por mostrar numerosas y fuertes espinas.[4]
Es una especie propia de la zona mediterránea, que se encuentra en zonas abiertas, como matorrales, donde vive bajo piedras o sobre el suelo, escondido durante el día en madrigueras.[2] En la península ibérica falta en lugares montañosos elevados.[4]
Es un depredador que caza por la noche,[2] inoculando el veneno de sus forcípulas a sus presas.[4] Su alimentación se compone de invertebrados nocturnos, principalmente arañas, cucarachas y caracoles.[2]
En la época de cría, la hembra construye una cavidad donde posteriormente pone los huevos, a los que protege con su cuerpo.[4]
Su picadura en humanos causa dolor intenso,[5] inflamación y edema localizados por acción del veneno inoculado. En algunas ocasiones también se presenta necrosis. [6] Suele resolverse totalmente en pocos días.[4]Sin embargo, en personas sensibilizadas puede provocar shock anafiláctico, en cuyo caso se convierte en una emergencia médica.
La escolopendra (Scolopendra cingulata) es una especie de miriápodo quilópodo de la familia Scolopendridae.